miércoles, 11 de marzo de 2009

6 A.M

Recorriendo millas
de verde y fría vastedad,
alejando mi mirada
de la torre más alta
de prisión quemante.
Blanco unicornio
que me lleva
atravesando despacio
el bosque encantado.

Lugar que fuera
en medievales eras
de caballeros dorados,
dragones y princesas,
era hoy mi refugio
entre el azul
del lago

y el verde
de los árboles.

Ejércitos luminarios
de hadas y elfos
cuidan mis pasos;
y dulces duendecillos
me ayudan
a esconderme
tras la paz
de la noche…

Despierto de pronto
entre sonidos feroces
de metralla;
me encuentro
en medio
de una trinchera,
fusil en mano
para traer
mi tranquilidad de vuelta.

Luminosos destellos
no fueron más
que balas
hiriendo de muerte
a la fría madrugada.
¿dónde me escondo hoy?
¿dónde dejo reposar
mi conciencia?

Soy el soldado
elegido
para llevar
la bandera
en la lucha armada;
nuevamente
el constante temor
de olvidar mi calma.

¡Amanece ya!
grito desesperada;
y ruego tan solo
que el alba
se asome
antes de continuar.
De pronto
un gorrión cantaba
llenando de paz
las almas;
el bombardeo cesó,
6 a.m...

Cierro el libro
y la historia
se acaba;
y mi mente
descansa un momento,
soñando la luna
o lo que el mundo
traerá mañana.

21/08/2002

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