Solo una tierna mirada
para saber que no existes,
solo un dulce beso
para sentir que no estás;
una palabra al oído
que me diga que desapareciste
en medio de todo, conmigo buscando
la luz del alba con la que ya no vendrás.
Cuando sin andar
a mi camino llegues
y tu olvido haga
que de mí te acuerdes,
acércate de nuevo
a la puerta de salida
y corre lejos, muy lejos
a ver si entras en mi vida.
Huye de todo
hacia el fin del mundo
para refugiarme
en el calor de tu naturaleza,
y contigo ausente
y mirándote fijamente
plasmar mi dolor
en singular belleza.
Solo segundos de ti
para saber mi soledad infinita,
solo tu vida en la mía
para sentir tu ausencia evidente;
y tu muerte de flores
que los fríos muros imaginan
en mi voz silenciosa
y mi existencia inexistente.
22/07/2003
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